En cualquier momento del año se puede empezar a cambiar los hábitos alimenticios para perder peso, pero la realidad es que hay determinadas etapas del calendario que favorecen mucho más el proceso.
Desde principios de la primavera y hasta finales de verano es el mejor momento del año para perder peso. Seguro que te estás preguntando ¿por qué? Vamos a ello. Tanto en primavera como en verano el cuerpo está más flexible, más abierto y con una mayor predisposición para el cambio. Es una etapa de desprendimiento y de dilución que favorece en el organismo todo el proceso de eliminación.
Durante el otoño y el invierno energéticamente el cuerpo está más cerrado para protegerse del frío, de ahí que sea mucho más difícil perder peso. Por este motivo hay que aprovecharse de esta energía ligera de las estaciones más calurosas para hacerse la propuesta de perder esos kilos de más.
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Además, no podemos olvidar que con la llegada del calor es más fácil optimizar lo que se come. No apetecen comidas tan densas y energéticamente concentradas como son los guisos, los horneados, los fritos... En verano siempre la alimentación es más ligera con sabores refrescantes y más rica en agua.
En verano la alimentación se hace más sencilla
Según vamos saliendo del frío es preferible ir optando por elaboraciones más sencilla, no por ello menos apetitosas o saciantes. De hecho la gran variedad de frutas y de verduras que nos trae el buen tiempo nos permite que en la cocina se nos abran múltiples oportunidades: ricas y coloridas ensaladas, gazpachos variados, batidos verdes, deliciosos carpaccios... Por este motivo hay que aprovechar este momento del año para favorecer la pérdida de peso de una manera natural, sin estrés. Si aprendemos a adaptar la alimentación a las necesidades energéticas de cada estación, las fluctuaciones de peso serán mucho menores y te sentirás mucho mejor.
Os proponemos una serie de recetas para tener en cuenta en esta etapa en la que el cuerpo necesita depurarse y ligereza:
- Consomé con alga kombu y verduras
- Ensalada de arroz con verduras
- Ensalada de garbanzos con verduras
- Crema de champiñones
- Salteados de verduras con tofu
- Revuelto de setas
- Ensalada de quinoa con germinados
- Sopa fría de apio y maíz
- Paté de lentejas con crudités
- Crema templada de puerros
- Escalibada con pescado en conserva
- Guacamole natural
- Gelatina de frutas
- Sorbete de limón
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