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Gato-Vaca. Posturas de yoga que te llevan a un estado de confort

Hoy volvemos de nuevo nuestros consejos de salud por parte del equipo de Health Coaching y Yoga Medicinal y os queremos hablar de una postura de yoga básica y muy confortable: Gato-vaca.

gato-vacaLa incomodidad que te lleva al estado de confort. Vamos a hablar en primer lugar sobre por qué la salud no es comodidad. Me gustaría que  recordaran la sensación por la mañana cuando suena el despertador, al amanecer en un mes frío de invierno. Hay que salir de la cama calentita y no es cómodo en ese momento levantarse y comenzar a estirar el cuerpo, el deseo es estar todo el día sin moverse. Cuando ocurre esto deberías plantearte cómo están tus niveles de energía. Piensa que realmente lo que nos tocaría como especie humana es despertarnos con la luz del sol, la cual activa a nivel de nuestra glándula pineal receptores de cortisol que permiten activarnos y tener deseo de movilidad, algo que dentro de nuestro equilibrio homeostático es natural, nuestro cuerpo en salud lo hace de forma automática. Cuando esto no sucede, si queremos  recuperar este estado de activación hay que revisar todos nuestros sistemas, cómo nos alimentamos, cómo están nuestros ritmos vitales y relojes internos.

¿Qué puede hacer el ejercicio físico y el yoga por ti?  Van ayudar a activar tu cuerpo,  a producir y absorber el cortisol para producir energía, la cual se saca de tu propias reservas, con lo cual si tienes sobrepeso te ayudará a quemar dichas reservas y usarlas. En otros artículos de consejos dimos pautas sobre respiraciones y hábitos en el baño, en esta ocasión vamos a estirar nuestra columna a través de un ejercicio sencillo y muy básico dentro del yoga que se llama Gato-vaca. Por medio de este ejercicio vas a movilizar toda tu columna de forma suave, lo que te ayudará incluso si tienes problemas a nivel lumbar.

¿Cómo realizar el Gato-vaca?

·         Primero te colocas en el piso sobre una manta o esterilla para que tus rodillas no sufran. Apoyas las rodillas en el piso, abiertas a la altura de las caderas y con los pies también apoyados sobre los empeines en el suelo.

·         Desde esa posición te flexionas hacia el frente para apoyarte sobre tus manos que están abiertas en estrella, con los dedos bien abiertos para que todo el peso de tu cuerpo se reparta sobre 4 puntos: las dos manos y las rodillas. Tu columna queda paralela al piso y en una línea recta cabeza-columna.

·         Una vez estés en posición vas a hacer 2 movimientos: el primero será ir a la postura de vaca en la cual la cabeza se eleva hacia el cielo y la columna se  arquea de tal forma que el abdomen quiere tocar el suelo, como si hicieras un cuenco con tu columna. Este movimiento coincide con la fase de inspiración de tu respiración, dotando de energía a todo tu ser, en el momento que vas a exhalar vas cambiando progresivamente a la posición de gato en la cual la cabeza se flexiona hacia el pecho y toda la columna se arquea inversamente, como cuando ves a un gato enfadado.  Tu columna estará formando un plato hondo boca abajo y lograrás distribuir la energía que en el movimiento anterior has cargado por todo tu cuerpo. Durante el movimiento continuo de cambiar de una postura a la otra alternamente logras crear una bomba energética de distribución por todo tu ser, ya que a través de tus manos estas activando tu corazón, con el movimiento de tu respiración le das amplitud a tu caja torácica y con el movimiento continuo de flexión y extensión a nivel de la columna fortaleces su musculatura y ayudas a que el cuerpo vuelva a una posición anatómica de salud. No olvides que la respiración, tanto la inhalación como la exhalación. debe ser a través de tu nariz.  Si realizas este ejercicio durante 3 minutos al día, cada día, vas a sentir rápidamente el beneficio y  si te levantaste con la espalda adolorida no lo dudes este ejercicio te ayudará.

Cuando hay problemas de cervicales el movimiento de la cabeza hacia el cielo y hacia el pecho será suave hasta donde puedas ir sin dolor, será un movimiento más lento, evita acelerarte, hazlo progresivamente, ganarás flexibilidad día a día pero el único inconveniente es que tienes que salir de tu zona de comodidad, levantarte e iniciar el ejercicio. De esta manera, con la continuidad e incomodidad recogerás el beneficio: aumentar tu salud en tu ser. Si este consejo lo combinas con el resto de ejercicios que ya hemos publicado encontrarás más beneficios rápidamente y llegarás a una zona de confort diferente a la que tenías y conforme vayas incluyendo hábitos saludables en todos los planos de tu existencia irás aumentando tu zona de confort y plenitud.

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